lunes, septiembre 22, 2008

sábado, septiembre 20, 2008

seminario-taller "La interdisciplinariedad en las ciencias sociales"

Corte informativo: faltan pocos días para que inicie el seminario-taller "La interdisciplinariedad en las ciencias sociales", que es la actividad con que inicia el Colegio de Estudios Sociales de Aguascalientes AC (ya les contaré más en otro momento).

Por cierto, la presentación oficial del Colegio será el 25 de octubre con la conferencia magistral del Dr. Lorenzo Meyer (rete buen padrino, ¿no creen?).

Mayores informes en: docencia.cesaac@gmail.com

miércoles, septiembre 17, 2008

tiemblo de miedo

Escribo mientras me tiemblan los dedos, porque escribo mientras escucho la transmisión en vivo, por radio, de una balacera en mi ciudad.
Todavía no acabo de sorprenderme por lo que pasó en Morelia, en pleno Grito, cuando el pánico me llega más cerquita.
Acá, en Aguascalientes, al parecer, de un levantón se pasó al enfrentamiento entre sicarios y agentes de policía estatal y federal... y de ahí al terror.
Escucho la voz temblorosa del reportero y, de fondo, las ráfagas... parece crónica de guerra. O tal vez no parece... es.
Y mientras la violencia se hace cotidiana y mientras la impotencia se hace tan cotidiana como la violencia... sólo sé que tengo ganas de llorar. Y por mucho que me haga sentido lo que leo en Bauman y Appadurai, sobre la sociedad de miedo... me siguen dando ganas de llorar.

lunes, septiembre 08, 2008

ode to joy

Esta semana, para mí, es caótica. Vaya, varias de las semanas anteriores también lo fueron. Y, pensándolo de nuevo, creo que los días de ahora hasta el 8 de diciembre serán francamente caóticos en mi vida. Pero he aquí algo para bajarle al caos, compártoles mi antídoto para el estrés.



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miércoles, septiembre 03, 2008

tanto tiempo atrás, que no sé ya ni cuánto...

Esto sí es un regreso, aunque formalmente no me había despedido (porque no pensaba irme), creo que es claro que dejé descansar varios días este humilde blog. Fue el exceso de trabajo (que ya se ha vuelto habitual en mi vida), fue el caos con las compus (le tronó el disco duro a la dorixlap, la que traía prestada no tenía chunchito para internet inalámbrico, di enemil vueltas para que recuperaran el contenido de mi ex disco duro, luego recuperé todo y se fregó el internet en casa, en fin), pero fue sobre todo un tiempo fuera que me urgía (sí, tiempo fuera en medio del caos).

El 22 de mayo se me cimbró el mundo, no en una catástrofe, no en algo espectacular o demasiado fuerte, sino en la tranquilidad de una conversación... y no se cimbró de la nada, se cimbró tras un golpe a la mesa que dio Frank para que regresara a la conversación. Y es que a mí me gusta ver a los ojos cuando platico y me gusta que me vean a los ojos también, pero he de confesar que cuando me cuestionan empiezo a divagar, contemplo el techo, vuelvo a ver los libros que ya vi, descubro que una mosca sobrevuela el área de la conversación, encuentro que hay un desnivel en la pared o que el bote de basura está vacío, en fin... que un golpe a la mesa me regresó a la conversación y tal vez también a la vida.

El mundo no se detuvo, pero, como dice la metáfora náutica de Otto Neurath, tuve que reconstruir mi barca en mar abierto, luego de arrojar al mar cargas que no me correspondía cargar. Durante la reconstrucción me ha sorprendido un tsunami de preguntas y respuestas por varios frentes, preguntas y respuestas que no hice y que no esperaba. Tal vez es eso lo que me tiene tan sorprendida, que este proceso no fue algo buscado, ni siquiera imaginado, pero de repente me siento tan plena, de repente recuerdo que "lo esencial es invisible a los ojos" (saludos, Principito), de repente me encuentro libre de odio y redescubro el dolor en mí, no como algo pesado, sino como algo que me recuerda que estoy viva, que la vida a veces tiene inviernos y que la piedra que cede que soy (como la obra de Gabriel Orozco) tiene raspones, pero sigue rodando.